Un hombre tuvo una idea original para revelarle el sexo del bebé que esperaban. Estaba tan feliz con la noticia de su nuevo retoño que organizó una fiesta en un área descampada y montó un dispositivo que debía revelar con un humo azul o rosa, si la criatura era niño o niña. Pero algo salió terriblemente mal y terminó ocasionando un incendio forestal que provocó pérdidas por más de 8 millones de dólares y la destrucción de 19000 kilómetros cuadrados de vegetación autóctona.
Dennis Dickey, un agente de la patrulla fronteriza que en ese momento se encontraba de licencia, organizó una reunión con familiares y amigos para celebrar la llegada de su nuevo hijo. Aunque el centro del evento era un mecanismo ingenioso que había armado para revelar el sexo de su bebé, el cual le acaban de informar.
El oficial los reunió a todos en un área desértica, cerca de Green Valley, Arizona, al sur de Tucson, en el estado de Texas. Ahí dispuso un blanco improvisado donde, arriba decía “niño” y abajo “niña”. Cuando todo estuvo listo, y los invitados aguardaban para ver qué era lo que Dickey tenía preparado, se escuchó desde detrás de la cámara un fuerte disparo que dio en el blanco con una impecable certeza.
Inmediatamente se desató una explosión que, a la vez que una nube de humo azul (que evidentemente revelaba que el bebé era un niño), desató un fuego que rápidamente se extendió por toda la vegetación cercana. Se puede ver que todas las plantas, siendo de climas desérticos, son sumamente combustibles, así que el fuego ardió muy rápido. En ese momento se escucha la voz de Dickey que grita: “¡Empiecen a empacar!”.
El blanco estaba lleno de un compuesto altamente explosivo conocido como tannerite. Las llamas devoraron a toda velocidad la vegetación y se extendieron al Bosque Nacional de Coronado, causando el incendio de Sawmill, que devoró 19000 hectáreas de propiedad estatal. Al menos 20 agencias de bomberos tuvieron que ponerse a la tarea de combatir el fuego durante una semana, lo que causó una pérdida de 8 millones de dólares para el estado.
El culpable llamó de inmediato a los bomberos y cuando fue juzgado por violación de las normas de Servicio Forestal, se declaró culpable en septiembre del 2017. Fue condenado a cinco meses de libertad condicional y a pagar 8.188.069 millones de dólares para compensar las pérdidas ocasionadas. Ni él ni su abogado accedieron a hacer declaraciones públicas.