La última edición del Mundial de Futbol conseguido por Francia ha sido, como siempre, fuente de polémicas y controversias. En Francia, el país campeón, ha sido motivo lógico de gran alegría y orgullo patriótico, pero también ha provocado que la Justicia francesa se vea envuelta un particular proceso legal. Las autoridades francesas se han visto obligadas a prohibir un curioso homenaje que ha querido brindar una pareja de fans de la selección gala.
Se trata de un matrimonio que ha decidido llamar a su hijo recién nacido Griezmann Mbappé en tributo a los dos delanteros franceses pertenecientes al Atlético de Madrid y al París Saint Germain, respectivamente.
Según refiere el diario «La Montagne», el niño nació este mes de noviembre en la ciudad de Brive-la-Gaillarde, un romántico pueblo enclavado en la región centro-oeste de Francia.
Cuando sus orgullosos sus padres acudieron al Ayuntamiento para inscribirle con este extravagante, se encontraron con la renuencia de un funcionario a registrar al niño, pues consideró que podría ir en contra del Código Civil, el cual previene que se puedan usar nombres «contrarios al interés del niño» o que puedan interferir con «el derecho de terceros a proteger sus apellidos».
Ante este dilema el funcionario decidió redirigir el caso a instancias superiores, Ahora el sumario está en manos de la Fiscalía la cual deberá nombrar a un Juez especializado en asuntos familiares para que determine la suspensión o validez del nombre del pequeño Griezmann Mbappé.
En caso de que el magistrado dictamine que es contrario a los derechos del menor, los padres tendrán que escoger otro nombre para su hijo, y de oponerse, será el propio juez el que se encargue de inscribirlo en el registro civil con un nuevo nombre.
Mientras la Justicia francesa toma llega a una decisión, el bebé se llamará Griezmann Mbappé y sea cuál sea el veredicto final los padres tendrán la satisfacción de que en el certificado de nacimiento emitido por el hospital siempre figurará este nombre.
Aunque parezca un caso único, no es primera vez que en Europa los padres de un bebé deben luchar contra el Estado para colocar el nombre deseado a su prole. En el año 2007 una pareja decidió colocarle a su hija el nombre de su banda de rock preferida.
Los padres previsivos padres habían consultado si estaba permitido utilizar el nombre de Metallica para la niña, y se les dijo que no iban a tener problemas porque, de hecho, ya existía una niña con ese mismo apelativo en Suecia.
Cuando se presentaron ante la agencia Estatal Tributaria para registrar a Metallica los funcionarios se negaron rotundamente a registrar a la niña, alegando que el nombre no era apropiado ya que era el nombre de una banda y al hecho de que sonaba demasiado similar a la palabra «metal».
Los padres no se rindieron y apelaron al Tribunal de Distrito, que dictaminó que el nombre “Metallica” no plantearía problema alguno ni para la niña, ni para terceros. Mucho menos para la famosa banda autora de “And justice for all”.