Seguramente te ha pasado que te levantas de una larga noche de sueño o una simple siesta y sabes que durante ese tiempo soñaste, pero no puedes recordar nada. Es una sensación extraña porque tu cerebro te dice que algo pasó mientras dormías y tu no tienes idea de qué fue lo que viste en tus sueños. Otras veces lo que sucede es que cuando despiertas tienes la memoria del sueño muy fresca en tu mente, el problema es que conforme van pasando las horas ya no puedes recordar nada. Tal vez querías contarle la extraña historia a algún amigo o amiga y no puedes porque ahora no recuerdas nada.
Sea como sea, los sueños son efímeros y no siempre puedes recordarlos. Lo cual es una lástima porque muchas veces las imágenes son tan originales e interesantes que te gustaría poder compartirlo con alguien más. Te contamos por qué es que muchas veces no recuerdas los sueños.
La primera teoría tiene que ver con Freud, el padre del psicoanálisis. Él hablaba de algo llamado represión, un mecanismo del cuerpo para rechazar información de todo tipo y mantenerla en el inconsciente. Ve a los sueños como un deseo que la persona tiene y si esos deseos pueden ocasionar lo contrario a placer pueden ser reprimidos.
La segunda teoría se conecta con las etapas del sueño. Los pensamientos se procesan de distinta manera si estamos dormidos o despiertos, el cerebro no los recuerda de la misma manera. Cuando dormimos entramos a la fase REM. Es en esta en la cual soñamos más. No recordamos lo que pasa en este tipo de sueño porque en el cerebro ocurre una desconexión entre las experiencias del sueño y su consolidación en la memoria. Estas imágenes no se guardan en nuestra memoria porque el cerebro inhibe la actividad cerebral entre el área temporal y la parietal. Por lo que no es posible almacenar recuerdo y cuando despertamos recordamos vagamente o absolutamente nada de los sueños.
¿Cómo puedo recordar mejor los sueños?
Existen trucos recomendados para poder recordar los sueños mejor y si eres de las personas que tiene sueños originales querrás hacer esto. Puedes empezar desde la noche. Al acostarte relájate, pon tu música preferida e intenta quedarte dormido lo más relajado posible. Cuando te despiertes no comiences ninguna actividad inmediatamente, quédate en tu cama e intenta recordar, manteniendo tu vista fija en un punto de tu habitación. Usa tu móvil o un cuaderno para grabar o escribir inmediatamente lo que recuerdes.
Intenta estos trucos y verás que poco a poco podrás recordar más sueños. Lo mejor es volver a leer o escuchar algún sueño que consideramos un poco loco. Quién sabe si de tus experiencias puede surgir una historia interesante.