La leyenda viviente de la música, Rogers Waters, fue nombrado «Huésped de Honor» de la capital argentina. El famoso músico británico fue distinguido este jueves por el parlamento comunal de Buenos Aires, en reconocimiento a su labor humanitaria.
Waters trabajó incansablemente para que se pudiese identificar a soldados argentinos muertos en la guerra de las Malvinas (1982) que, paradójicamente, se libró contra el Reino Unido.
Waters hizo énfasis en «la enorme cantidad de trabajo que se ha hecho para llevar a 102” refiriéndose al número de combatientes identificados de un total de 122 que figuraban sin ningún nombre en el cementerio Darwin de las islas aún bajo disputa. «Tenemos que ir por los 20 (que faltan)», agregó.
«No debe haber una gota más de sangre derramada por ninguno de nuestros hijos por las aspiraciones imperiales de las monarquías europeas muertas hace mucho tiempo», dijo el cantautor durante la ceremonia, según la AFP.
Waters, líder de la famosa banda Pink Floyd hasta 1985, «Huésped de Honor» de Buenos Aires, realizó su primera presentación en el país austral el martes 6 noviembre ante una multitud de más de 40.000 personas en La Plata, a 60 km al sur.
Durante el concierto, el roquero hizo un reconocimiento a las Madres de Plaza de Mayo, que lucharon denodadamente por hallar a sus hijos desaparecidos en la dictadura (1976-83) y llevar ante los tribunales a los responsables de estos crímenes contra los derechos humanos.
El artista fungió como mediador entre los gobiernos argentino y británico para lograr la identificación de los restos de soldados fallecidos en el archipiélago malvino, en un prolongado proceso organizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Argentina sufrió 649 bajas, mientras que el Reino Unido perdió 255 hombres en 74 días de combates.
Las Islas Malvinas fueron ocupadas por Inglaterra en 1833. El dictador argentino Leopoldo Galtieri ordenó el desembarco de tropas (2 de abril de 1982). Inmediatamente el gobierno británico envió fuerzas navales que desembarcaron seis semanas después y obligaron a la rendición argentina en julio de ese mismo año.
Aun hoy, el gobierno de Buenos Aires exige a Londres que cumpla la resolución de Naciones Unidas de 1965, que comprometa a ambos países a negociar sobre la posesión de las islas.
Gran Bretaña se ha negado a cualquier negociación que ponga en riesgo su hegemonía sobre las ínsulas. Londres alega que la población de las islas (casi 3.000 habitantes) se pronunció en forma mayoritaria a favor seguir bajo jurisdicción británica, en un referéndum en 2013.