El mundo puede ser un lugar muy curioso. Todos los días descubrimos algo nuevo que nos sorprende de la tierra que habitamos. Siempre hay lugares sorprendentes para conocer. Este es el caso de Utqiaġvik, o Barrow, como se la conoce más habitualmente.
Se trata de una ciudad en Alaska que se encuentra a menos de 500 kilómetros del círculo polar ártico. Debido a esto, su último día de sol fue durante el pasado 18 de noviembre. A partir de ahora y hasta el 23 de enero, el sol no saldrá para los habitantes de Barrow, por lo que será de noche hasta el 2019.
La única luz natural con la que contarán los 4000 habitantes de Barrow es el llamado “sol de medianoche”, o “crepúsculo civil”. Esto significa que durante este periodo, todo el sol que verán será un constante anochecer que se proyecta en el horizonte. Pero el sol nunca asomará.
Durante el invierno de Barrow, las temperaturas llegarán a -22 grados centígrados, las aguas de las cosas se congelarán al punto de que ninguna embarcación podrá acceder al puerto de la ciudad y los habitantes tendrán que subsistir con las provisiones que hayan podido procurarse durante el verano. Por lo demás, dependerán de la caza y la pesca como lo hicieron sus ancestros.
El fenómeno ya se ha convertido en una atracción turística en sí mismo. Mucha gente acude a vivir la experiencia de una ciudad sin amanecer. De hecho, es tan llamativo este suceso, que ha llegado a inspirar la historia de los cómics de 30 días de oscuridad, una historia de vampiros ambientada en la remota ciudad. Más adelante se filmó una adaptación cinematográfica, aunque no fue grabada en la propia Barrow sino en una localidad de Nueva Zelanda.
Según el Weather Channel, «El sol no se eleva en el Círculo Ártico debido a la inclinación de la Tierra lejos de la radiación del sol durante los meses de invierno».
Es difícil imaginar cómo sería un mes entero sin la luz del sol. Sin duda la gente de Barrow debe ser una clase de persona única.