El terrible incendio que asola a toda California, y que ya están llamando Campfire, sigue devorando los bosques del estado y con ellos, las casas de todos los que viven en las inmediaciones. La tragedia toca a personas de todas las clases sociales sin importar su dinero o su fama.
El número de casas arrasadas ya se cuenta en 6400 y el conteo de víctimas letales ya asciende a 44, contando tanto las víctimas del Campfire, como las del incendio Woolsie, que arrasó el área de Malibú. A estas cifras se suman cientos de desaparecidos. El incendio se extiende en tres frentes que abarcan en su totalidad unos 1040 kilómetros cuadrados. 8000 bomberos se encuentran combatiendo las llamas a toda hora y equipos de otros estados ya están en camino para ayudar en la labor.
Durante el lunes parecía que las llamas finalmente estaban siendo controladas, pero entonces el viento volvieron a arreciar los implacables vientos de Santa Ana, que superaron las 40 millas por hora (aproximadamente 64 kilómetros por hora). Debido a esto, las llamas recrudecieron y volvieron a amenazar con llevarse las viviendas de los más de 27000 habitantes que solían llevar sus vidas en el lugar.
El caos se ha apoderado de todos los habitantes californianos, que buscan desesperadamente a sus seres queridos. Muchos han compartido historias desgarradoras con los medios, que nos ponen en la piel de quienes viven estos angustiantes momentos en primera persona.
Algunas de estas historias las vivimos desde el punto de vista de famosos como Gerard Butler, que mostró en foto y video cómo quedó su casa tras el paso del incendio, así como también el área donde vive, que se ve totalmente devastada. Pero mientras a algunos se les permite volver a sus casas, otros miles están siendo evacuados.
Otros famosos han perdido sus casas, tales como Caitlyn Jenner, Kim Kardashian, Lady Gaga y Martin Sheen. Toda el área de Malibú, conocida por su lujo, ha sido devorada por la terrible catástrofe. Según los datos, este incendio sería el peor de la historia de California, superando al acontecido en 1933 en Los Ángeles, que se había llevado a 29 víctimas letales.