Todas las personas generan adrenalina en sus actividades diarias, aunque la mayoría de estas descargas tiene una dosis mínima que no conlleva ningún efecto. Sin embargo, hay gente que busca en diferentes actividades una mayor producción, que conlleva una gran sensación de bienestar.
La liberación de adrenalina repercute positivamente en el organismo siempre que no se dé en exceso, por eso son tantas las personas que la buscan deliberadamente en sus actividades deportivas. Las principales acciones que produce la epinefrina sobre el cuerpo son las siguientes:
Incrementa el ritmo cardiaco. Esto provoca que llegue más oxígeno a los músculos con lo que se encuentra en mejores condiciones para trabajar y esforzarse más.
Descompone el glucógeno. Es la energía almacenada para cuando el organismo necesita un esfuerzo extra que dure más de un minuto.
Aumenta la capacidad del sistema respiratorio al relajar los bronquios instantáneamente, permitiendo una mayor entrada de aire.
El ritmo de respiración se acelera. De este modo, la sangre moviliza más oxígeno y desecha más dióxido de carbono.
Dilatación de las pupilas. Provoca una mayor recepción de luz, que potencia la capacidad visual de manera momentánea y ayuda a percibir los estímulos del entorno más rápidamente.
Ayuda a combatir la depresión, ya que la liberación de adrenalina estimula la creación de dopamina que incrementa el bienestar mental. Genera estados de euforia.